miércoles, 16 de diciembre de 2009

Las ruedas de la inspiracion - 6

Hola rodoadictos/as.

A partir de ahora también escribiré en prosa en esta sección. Hoy os muestro lo único con un mínimo de calidad que escribí con 17 años, cuando creí haber encontrado el amor de verdad, pero no lo era ni de lejos... bueno, lejos si.
Espero que os guste.

Fría noche

La luz blanquecina de la luna llena entraba por la ventana iluminando sus tristes ojos del color de la madera, con una mano se acaricia su melena, oscura como la noche, y con la otra sostiene un poema de amor escrito por él.
La bella dama no puede dormir pues solo piensa en su amado, cuya profunda voz escucha aun cuando sueña porque su único sueño es estar junto a su poeta; pobre de ella pues su deseo esta truncado por una gran distancia, el vive lejos y a ella solo le llegan sus besos en forma de palabras bonitas.
Por su hermoso rostro resbalan las lagrimas al pensar en su suerte, pero su corazón aun alberga esperanzas de que llegue ese anhelado momento en el que sus labios besen su boca, fundiendo sus almas en una.

A la distancia esta él, sentado frente su mesa, escribiendo estas palabras para su bella dama; él solo piensa en ella y al hacerlo siente la necesidad de expresar sus emociones, no escribe su mano, ni siquiera su cerebro, pues escribe su alma rebosante de amor por ella, su musa.
El poeta esta triste pues sabe que ella, allá en la lejanía, llora por su ausencia en esta fría noche, ambos desean unir sus labios y hacer de esta noche helada una ardiente noche en la que unan sus corazones en uno solo; aun albergan esperanzas pues saben que el amor vence cualquier barrera.
Los dos cierran los ojos, suspiran pensando en ese momento de amor y a ambos se les escapa de sus labios un te quiero.


Rodad sin que nada os detenga.

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